Según los resultados de una encuesta mundial realizada en 2022, el 52% de los compradores de automóviles, principalmente en los países occidentales, afirmaron que les gustaría comprar un vehículo eléctrico (VE) la próxima vez.

La creciente popularidad de los VE se debe a la diversificación de la gama de potencias y vehículos, que incluye baterías, híbridos, enchufables e intrahíbridos, lo que da a la gente más opciones para adaptarse a sus propósitos y necesidades La presión de la UE y otros países y regiones para lograr la neutralidad de carbono también está ayudando a impulsar la popularidad de los VE. El número de vehículos eléctricos también está aumentando.

Aunque la UE ha pedido a la industria automovilística que elimine progresivamente los motores de combustión interna para 2035, la falta de estaciones e infraestructuras de recarga, así como la persistente preocupación por la autonomía, siguen siendo obstáculos para los consumidores que se plantean adquirir un VE.

Los fabricantes de equipos originales, las empresas de nueva creación y otras compañías que desarrollan, producen y suministran vehículos eléctricos y sus piezas también están luchando para hacer frente a la complejidad del desarrollo de vehículos altamente digitalizados y ciclos de vida más cortos. La industria del automóvil en su conjunto también está obligada a responder rápida y adecuadamente a las necesidades de nuevos vehículos y servicios relacionados creadas por la innovación tecnológica.

La creación de un entorno de desarrollo basado en datos y una estrategia de virtualización basada en datos son formas eficaces de garantizar el rápido desarrollo de vehículos eléctricos respetuosos con el medio ambiente a un coste razonable.