La balanza comercial japonesa de junio, publicada hoy, arrojó un superávit de 43.000 millones de yenes. El superávit fue el primero en 23 meses, ya que las expectativas del mercado eran de un déficit de 46.700 millones de yenes. El superávit se debió en gran medida a una combinación de menores precios de los recursos y mayores exportaciones.

Es una buena noticia para Japón, que ha sufrido un déficit comercial durante casi dos años, pero no significa que este superávit vaya a continuar. Esto se debe a que los precios de los recursos están mostrando signos de inversión.

En el mercado de divisas, el yen se ha fortalecido un poco debido a una serie de opciones que se acercan a su vencimiento en torno a 140 yenes por dólar, a que la balanza comercial se ha vuelto negra y a que los fondos de cobertura han ajustado sus posiciones, pero dado que el gobierno continuará básicamente con su política monetaria ultralaxa, no se espera una apreciación drástica del yen.

Ah, y hoy se celebra la reunión de política monetaria del Banco Central turco, en la que se espera una subida de tipos de alrededor del 3,5%, pero si no se alcanza este nivel, podría producirse una mayor depreciación de la lira turca.