La escasez de mano de obra se agudiza en Estados Unidos a medida que la economía sale de la catástrofe de Corona y prosigue su expansión. Aunque se han puesto en marcha una serie de proyectos de construcción de nuevas plantas en la industria del automóvil debido a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que es un factor importante para fomentar la fabricación estadounidense relacionada con los vehículos eléctricos, a menudo se oye a los ejecutivos de muchas empresas rascarse la cabeza para saber si las plantas podrán funcionar según lo previsto.

La tasa de desempleo en julio de 2023 era tan baja como el 3,5% y, además, se dice localmente que la tendencia a evitar el sector manufacturero se ha acentuado desde el desastre de Corona. Algunos creen que los aumentos salariales en el sector servicios, como los restaurantes, han reforzado la tendencia entre los trabajadores más jóvenes a evitar la industria manufacturera, que es comparativamente más exigente físicamente, aunque el nivel salarial sea un poco más alto. En algunas regiones, se dice que es difícil conseguir empleados para trabajar en las fábricas, por lo que, aunque se suban los salarios y se anuncien puestos de trabajo, resulta difícil atraer a la gente en primer lugar.

La subida de los salarios también preocupa a las empresas. La escasez de mano de obra y las dificultades para contratar personal también son motivo de preocupación, al igual que la postura de línea dura de los United Auto Workers (UAW), incluidas las huelgas de los United Autoworkers of America (UAW). Los salarios mensuales de los trabajadores de Detroit, Michigan (peones en general con uno a tres años de servicio) ya son elevados, aproximadamente 3.800 dólares sobre una base real (media), pero existe una fuerte presión por parte de la UAW para aumentar los salarios, y si los aumentos salariales continúan a este ritmo, no se puede negar que la propia empresa puede llegar a ser inviable.

Incluso en este mercado laboral, muchas empresas siguen adelante con nuevos proyectos de inversión debido a la magnitud de las oportunidades de negocio. Por otra parte, cuando hablamos con personas relacionadas con la industria automovilística norteamericana (proveedores), empezamos a oír que habían trasladado la producción de algunas piezas a sus plantas de México porque sus plantas de EE.UU. tenían una grave escasez de mano de obra y no podían atraer a trabajadores aunque subieran los salarios. La actual escasez de mano de obra en EE.UU. también sugiere que es necesario asumir que la cadena de suministro norteamericana, incluidos Canadá y México, se reorganizará en los próximos años.