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Consecuencias globales de los aranceles adicionales de EE.UU. y medidas que deben adoptar las empresas japonesas.

En febrero, la nueva Administración de Donald Trump puso en marcha una nueva política de “aranceles recíprocos” destinada a corregir el déficit comercial de Estados Unidos y proteger la industria nacional. La política está diseñada para contrarrestar a los países que imponen aranceles elevados a los productos estadounidenses mediante la imposición de aranceles equivalentes. Entre los países destinatarios figuran Japón, India, la Unión Europea y Brasil. Se aplicarán aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, y del 10% a las de China. Se aplicarán aranceles mutuos con otros países, y las medidas podrían tener graves repercusiones no sólo para las empresas estadounidenses, sino también para la industria automovilística japonesa y las empresas manufactureras y comerciales.

Impacto en la economía mundial

Existe la preocupación de que la política de aranceles recíprocos de la administración Trump pueda violar las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y causar alteraciones en el orden comercial internacional. En particular, existe un riesgo creciente de que se intensifiquen las fricciones comerciales entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales, lo que llevaría a una guerra comercial mundial con aranceles de represalia recíprocos. Por ejemplo, la UE y China han manifestado su disposición a contrarrestar las medidas arancelarias estadounidenses, lo que podría perturbar las cadenas de suministro mundiales y aumentar los costes de producción para las empresas.

Además, un aumento de los aranceles estadounidenses podría ralentizar el crecimiento económico mundial. El aumento de los aranceles podría provocar una subida de los precios al consumo, lo que podría frenar la actividad de los consumidores. Además, las empresas podrían verse obligadas a replantearse sus planes de inversión o a trasladar sus centros de producción para hacer frente a los mayores costes arancelarios. La combinación de estos factores se ha identificado como un riesgo que podría desencadenar una recesión mundial. Esto afectará naturalmente a las tendencias de la logística internacional, con efectos enormes y de gran alcance en los departamentos de SCM, logística y compras de los cargadores, así como en la gestión de la cadena de suministro y de los costes logísticos. Además, para los actores que tradicionalmente han aspirado a construir cadenas de suministro sostenibles desde la perspectiva de los ODS, el riesgo de fluctuaciones de la cadena de suministro estadounidense a la luz de los aranceles adicionales de EE. UU. y . La respuesta que deben dar las empresas transportistas es una cuestión acuciante.

Impacto en las empresas japonesas

Japón es uno de los principales socios comerciales de EEUU y podría verse afectado significativamente por las políticas arancelarias de la administración Trump. En particular, se espera que las industrias que dependen en gran medida de las exportaciones a EE. UU., como las industrias automotriz y electrónica, se enfrenten a un aumento de los costes y a una reducción de la competitividad debido al aumento de los aranceles. Las empresas japonesas en EE.UU. también pueden verse obligadas a reducir sus márgenes de beneficio y a revisar sus operaciones comerciales debido al aumento de los costes de producción y a las interrupciones de la cadena de suministro. Además, a medida que se intensifican las fricciones comerciales entre EE.UU. y otros países, existe la preocupación de que un descenso de la demanda mundial y una mayor incertidumbre en el mercado puedan afectar a las estrategias de expansión exterior de las empresas japonesas. En particular, las empresas con centros de producción y redes de ventas en Asia tienen que hacer frente cada vez más a las cambiantes barreras comerciales en toda la región.

Esta sesión ofrecerá una explicación detallada de los aumentos de costes, la interrupción de la cadena de suministro y los riesgos de fluctuación de los tipos de cambio que plantean estos aranceles adicionales. Además, las empresas japonesas deben minimizar los riesgos a los que se enfrentan para garantizar la sostenibilidad de sus operaciones comerciales.