El 12 de abril de 2023, anteayer, la EPA estadounidense publicó la propuesta de normativa sobre emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos para el año modelo 2032. Estas normativas se introdujeron durante la administración Obama para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y son equivalentes a las normativas sobre CO2 de los vehículos de la UE, que exigían una reducción del 100% de las emisiones (es decir, cero emisiones, es decir, cero emisiones de CO2) como parte de la política “Fit-for-55” Aunque no son tan estrictas como las de la UE, para el año modelo 2032 Las reducciones de emisiones de GEI se regulan en función de la media de cada empresa, pero la EPA calcula que la norma de emisiones de GEI exigida es de 82 g/milla en el año modelo 2032 (media del sector), con una tasa de reducción media anual del 13% durante el periodo cubierto. Por cierto, el rendimiento actual es de 238 g/milla de media en el año modelo 2021 y una tasa de reducción media anual del 2% en los últimos 10 años.

Como parte de su política climática, el Gobierno de Biden exige a los fabricantes de automóviles que alcancen una proporción del 50% de BEV en 2030, y Ford, GM y los 3 de Detroit de Stellantis han anunciado compromisos en este sentido. Muchas marcas europeas y japonesas también han anunciado oficialmente más del 40%, aunque con diferencias. Basándonos en estos compromisos de los OEM y en la penetración política de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y la Ley Bipartidista de Infraestructuras, estimamos que el 67% de las ventas de vehículos ligeros en EE.UU. serán VE en 2032. Aunque esta cifra parece algo exagerada, es la base del requisito de reducción. Si sólo se adquiere un compromiso, no hay inconveniente económico aunque no se alcance, pero si se incorpora a la normativa sobre GEI, el cumplimiento acabará adoptando la forma de compra de créditos a otras empresas que existan en el sistema, lo que tendrá un impacto negativo en la rentabilidad empresarial.

Si nos fijamos en la situación del cumplimiento de la normativa sobre GEI, Honda y Subaru llevan varios años en primera posición tras Tesla, mientras que Ford y Toyota han mejorado sus resultados gracias al aumento de las ventas de BEV y PHEV. GM y Stellantis, por otro lado, tienen un rendimiento inferior (año modelo 2021), ya que las normativas sobre GEI se cumplen mediante la combinación de ventas de todos los productos, por lo que el desarrollo de un producto BEV de tecnología avanzada como GM no puede lograrse sin resultados de ventas. Cuando este nivel diferente de normativa federal sobre GEI se añade a la normativa ZEV de California, resulta esencial para el mercado estadounidense contar con un negocio BEV de éxito para la década de 2030.