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Política de neutralidad de carbono de la UE
Aunque la normativa de la UE sobre emisiones de CO2 de los vehículos tiene como objetivo las emisiones cero para 2035, la intención es permitir la matriculación de vehículos con motor de combustión interna que sólo utilicen eFuel después de 2035. Aunque lo ideal sería poder adoptar múltiples enfoques para la descarbonización, incluida una combinación de tecnologías de combustión interna y electrificación, en Europa existe la firme opinión de que la atención debe centrarse en la inversión en BEV. Aunque el entorno que rodea a los BEV es cada vez más difícil debido a la inflación, las cuestiones geopolíticas y los obstáculos en la adquisición de materias primas, muchos sostienen que seguir invirtiendo en la tecnología de los motores de combustión interna es ineficaz debido a los problemas de coste y suministro de eFuel. Además, el auge de las marcas chinas equipadas con la última tecnología digital y precios altamente competitivos está provocando una fuerte sensación de urgencia entre los europeos. A medida que se intensifica la competencia por las ventas, crece la convicción de que hay que intensificar la inversión en BEV.
Aunque la UE cuenta con un amplio abanico de políticas, cada vez preocupa más que éstas sean incoherentes e impongan una carga de costes a la industria en su conjunto, lo que se traduce en una pérdida de competitividad. Cada vez preocupa más que esto se traduzca en una pérdida de competitividad. Mientras que la IRA estadounidense ha logrado atraer inversiones a Norteamérica, Europa comparte por fin la importancia de coordinar y revisar las políticas de apoyo a la competitividad industrial. Es preciso tener en cuenta las ventajas del eFuel, pero también los diversos retos que plantea su adopción generalizada.