La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. (EPA) ha ultimado la normativa sobre emisiones y gases de efecto invernadero para vehículos ligeros y medios a partir de 2027.

Las normativas propuestas, publicadas en abril de 2023, fueron criticadas por ser “¡demasiado estrictas!” pero la normativa definitiva supone cierto alivio. El proyecto de reglamento se basaba en un escenario del 67% de cuota de BEV en las ventas de vehículos ligeros nuevos en 2032MY, mientras que la norma final prevé un 56%.

Más concretamente, la cuota de BEV para 2030MY es del 44%, lo que significa que la EPA ha reconocido que el objetivo de la administración Biden del 50% de BEVs en 2030MY puede no ser posible.

No obstante, el ritmo de reducción de las emisiones de GEI se sitúa en una media del 11% anual, lo que sigue siendo una normativa dura comparada con la media del 8% de la normativa actual. No se trata de una modificación de las propias medidas contra el calentamiento global, lo cual era de esperar. Por eso, de repente, los vehículos híbridos están atrayendo mucha atención.

En mi opinión personal, la “estrategia global” propugnada por el Dr. Gill Pratt, del Instituto de Investigación de Toyota (TRI), en la reunión de Davos del año pasado ha demostrado ser correcta.